Poesía | No son alas: es tan solo un piano

Pluma

Los pájaros son el recuerdo cotidiano

de la atadura que nos une a la tierra

diariamente.

Son el espejo en el que se refleja

esa distancia, siempre irreconciliable,

del hombre con su piel.

Ellos

son ese sueño cercano e inasible

de crueldad bellísima.

Tiernos e indiferentes,

y desconocedores

de todas las palabras

que inventamos nosotros

para poder volar. Escucha:

¿No percibes su corazón acelerado?

Oye cómo bombea

ese aire que en nosotros se estanca

y se hace pensamiento.

Ellos

reinventan el viento día a día

mientras tú y yo seguimos

intentando entender el porqué de su vuelo,

que se acerca a llamarnos

y se aleja después.

Para nosotros

el deseo es un pájaro caído

incapaz ya de atravesar el aire.

Para ellos

nosotros somos la amenaza que se olvida

al recobrar el cielo en un instante.

Míralos allá arriba,

intentemos hacer de la mirada un ángel redimido

un segundo tan sólo.

Luego,

nuestras pisadas nos traerán a la tierra nuevamente

y volverán a caer, algunas veces,

sobre la hormiga

y su nido en el suelo.

(Del libro Astrología interior, Ed. Deslinde, Madrid, 2019).