Audiolibro | Poemas del libro “Sé tu voz”, de Lorenzo Suárez

Un ave con las alas desplegadas planea sobre el atardecer.

El poeta cubano Lorenzo Suárez nos dice tres poemas de su libro Sé tu voz, una selección de sonetos publicada en Madrid, por Ediciones Deslinde, en 2021.

LORENZO SUÁREZ CRESPO (Cuba, 1943). Escritor y promotor cultural. Miembro de la UNEAC. Ha obtenido, entre otros, el Premio Nacional “La Rosa Blanca”, 1994, Premio Nacional de Cultura Comunitaria, 1999, Premio Nacional “Olga Alonso”, 2000, como instructor de literatura, Premio “Memoria Viva”, 2010 y el Premio Internacional de Cuento “Carmen Báez”, de Morelia, Michoacán, México, 2005. Merecedor de la medalla “José Vasconcelos”, 2012. Su obra aparece en diversas antologías de Cuba, Puerto Rico, España, Estados Unidos, México, Argentina, Uruguay. Entre sus publicaciones más destacadas se encuentran: Una pluma en la corriente (Ediciones Matanzas,1985), Ofrenda lírica (Editorial Gente Nueva 1994), Daniela va al preescolar (Editorial Gente Nueva, 2008), Leyenda de los números (Ediciones Loynaz, 1994), Regalo, (Ediciones Loynaz, 1997) Cantos del Pequeño Juglar (Ediciones Loynaz, 2003), Donde vuela el colibrí (Editorial Isla de la Juventud, 2003), Los Pequeños Gigantes (Ediciones Loynaz, 2003), Sin más abras ni cadabras (Editorial Cauce, 2005), Versiones de la nostalgia (Ediciones Loynaz, 2007). Sé tu voz. “Selección de sonetos” (Ed. Deslinde, Madrid, 2021).


Sé tu voz

Persiste como el río en su creciente
o a veces rumoroso ante el paisaje
que en líquidos misterios tras el viaje
más de un mito acrisola en su corriente.

Sé acaso como el potro encabritado
que no teme a la espuela ni a la fusta
cuando en terca osadía no le gusta
más que el viento a sus crines imantado.

Sé quizás como el ave que deplora
todo alpiste en la reja, por la aurora.
Más que vano remedo, sé tu voz

si a merced de los dardos que nos vierte,
en sus válidos códigos se advierte:
serás único juez y el mismo Dios.


En los hombros más viejos nacen alas


Clotilde Soriani Tinnirello

Hazle caso en su vuelo a las gaviotas
en su rumbo a merced del viento fuerte.
Ellas todo lo fían a la suerte
en los riscos, las islas más remotas.

Hazle caso a los grumos si las botas
te llevan a algún sitio, eso te advierte
que el hastío se esfuma y se revierte
en haz de luz para las almas rotas.

No esquives ese trino que oxigena
al mismo corazón que gime en pena
y si acaso te hieren, donde exhalas

los últimos suspiros, mira al cielo
y dispón de la fe para el consuelo
que en los hombros más viejos nacen alas.


La soledad del aeda

Nocturno subconsciente es quien lo ampara
acaso en la palabra incomprendido;
aunque exista presienten que se ha ido
o poco importaría si faltara.

El vate, el soñador, cosa tan rara
en juegos de la Parca o con Cupido
del instante fugaz: memoria, olvido
en la playa lejana donde anclara.

Es cierto, un solitario, ¿quién lo duda?
La pluma y el tintero sin que eluda
el sitio más lejano o más profundo.

Solo vemos su templo desde el alma
y, a desdén del silencio, de la calma,
desde esa soledad conquista el mundo.

Sigue en IVOOX el podcast Voces de la Literatura, de Deslinde.